viernes, 13 de marzo de 2009

El ángel caído


El ángel caído, de Bellver
En el Parque del Retiro (Madrid)









EL ÁNGEL SUPERVIVIENTE

Acordáos.La nieve traía gotas de lacre, de plomo derretido

y disimulos de niña que ha dado muerte a un cisne.

Una mano enguantada, la dispersión de la luz y el lento asesinato.

La derrota del cielo, un amigo.

Acordáos de aquel día, acordáos

y no olvidéis que la sorpresa paralizó el pulso y el color de los astros.

En el frío, murieron dos fantasmas.

Por un ave, tres anillos de orofueron hallados y enterrados en la escarcha.

La última voz del hombre ensangrentó el viento.

Todos los ángeles perdieron la vida.

Menos uno, herido, alicortado.









NOCTURNO

Cuando tanto se sufre sin sueño y por la sangre

se escucha que transita solamente la rabia,

que en los tuétanos tiembla despabilado el odio

y en las médulas arde continua la venganza,

las palabras entonces no sirven son palabras.

Manifiestos, artículos, comentarios, discursos,

humaredas perdidas, neblinas estampadas,

qué dolor de papeles que ha de barrer el viento,

qué tristeza de tinta que ha de borrar el agua!

Ahora sufro lo pobre, lo mezquino, lo triste,

lo desgraciado y muerto que tiene una garganta

cuando desde el abismo de su idioma

quisiera gritar que no puede por imposible, y calla.

Siento esta noche heridas de muerte las palabras.





(RAFAEL ALBERTI)



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