sábado, 23 de octubre de 2010

Pequeños tesoros de la literatura I

-Rayuela, de Julio Cortázar. Editorial: Alfaguara.
-Otro mundo, de Grandville. Edita: Torre de viento. José J. de Olañeta.
-Las flores del mal, de Baudelaire. Editorial: Esfera.
-El evangelio de Judas, de Alberto Vázquez. Editorial: Astiberri.

Cuando lo miras a los ojos

Cuando le pregutaron a Schaller qué se sentía al mirar a un gorila a los ojos, respondió: "Yo sentí una hermandad muy concreta. Estás mirando a otro ser que está formado como tú, que sabes que es un pariente cercano. Puedes ver e interpretar la expresión de su rostro. En otras palabras, sientes empatía por lo que están haciendo. Intentar saber qué está pensando un animal es imposible en esta etapa del conocimiento de las especies, pero puedes interpretar sus reacciones basándote en las tuyas propias. Además, son hermosos, son individuos. Puedes reconocerlos a todos por sus caras".

*George Schaller es biólogo e investigador.

Extraído de "Justicia Salvaje. La vida moral de los animales", de Marc Bekoff y Jessica Pierce, edita Turner Noema.

miércoles, 13 de octubre de 2010

Arte urbano I


El arte urbano no entiende de exposiciones, ni de subastas, tampoco de museos, de reconocimiento, de aplausos, de grandes marcos dorados o millones. El arte urbano entiende de rebeldía, creatividad, impulsos e insurreción.


domingo, 10 de octubre de 2010

*Ayer leí que pulpos, sepias y calamares tienen la sangre azul. Esto se debe a que utilizan hemocianina en lugar de hemoglobina como mólecula transportadora de oxígeno. La hemocianina contiene cobre en lugar de hierro, razón por la que tiene ese color.*

domingo, 12 de septiembre de 2010

Ayer vi en el Museo de la Biblioteca Nacional de Madrid, en Colón, el ejemplar de Carlos V del libro de astronomía del que hablo en el anterior post =) Qué emoción tener encuentros así.

martes, 20 de julio de 2010

Astronomicum Caesareum


Quién le iba a decir a Pedro Apiano, autor del libro "Astronomicum Caesareum" y astrónomo del emperador Carlos V, que todo sus investigaciones, creencias, ciencia, serían papel mojado... ¿Qué queda de este libro con teorías cientificas ya muertas?...una obra de arte. Llena de dragones, sirenas, cangrejos, osos y leones en el cielo mágico estrellado.


Porque de un día para otro, todo en lo que creistes, lo que estudiaste, lo que viste, en lo que te afanaste..se queda en nada. Porque no hay nada cierto, porque nada es exacto, porque somos presa de las circunstancias y el entorno..


Apiano llevo a cabo esta bellisima obra, y muchos más (escritores, cientificos, filosofos, matemáticos, poetas,...) también llevaron a cabo otras de notable magnitud, que en el momento nunca fueron puestas en duda (o un poquitín) Menos el tiempo, que poco a poco, muy lentamente, va poniendo las cosas en su sitio. Haciendo esclavos a los pensadores adelantados y felices a los que creen a cierta ciencia en los conocimientos de su tiempo. Y no es pecado, porque no pueden llegar ni tan siquiera a imaginarse que eso en lo que creen sea totalmente falso, que haya otro camino aún por descubrir, otro sendero que hasta entonces ha sido el de los locos y soñadores...


El mundo, la historia de la humanidad, esta escrita por gente que se atrevió, como Apiano, aún sabiendo que se podía equivocar, aún sabiendo que todas los noches salia un nuevo cielo estrellado y que nunca podría preeverlo con exactitud.


No todo es siempre como creemos que es ni como nos lo cuentan.

Atrevámonos a soñar otras posibilidades.


Por todos aquellos que se equivocaron.




miércoles, 23 de junio de 2010

Muere la enfermera del beso en Times Square

En las primeras entradas de este blog hablé de aquella foto, la que tomó Alfred Eisenstaedt. Hoy mirando los diarios digitales me encontré con esta noticia.

"El muchacho me agarró y yo cerré los ojos. Le dejé besarme, porque había estado en la guerra, luchando por todos nosotros, y me sentí feliz de hacerlo. Después me dejó sola y me marché", contó en numerosas ocasiones Shain, la mujer de la fotografía.

"Año tras año desde 2004, cientos de parejas rememoran el mítico gesto en el mismo lugar de la Gran Manzana en un acto organizado por Times Square Alliance, una organización sin ánimo de lucro. La propia protagonista participipó en alguno de estos actos. Incluso hay una estatua, realizada por Seward Johnson y titulada Unconditional surrender, que se exhibe durante varios días en la calle donde se realizó la fotografía".

Fotografía grabada ya en la retina para siempre.

viernes, 18 de junio de 2010

La ventana

Ventana de Mombeltrán (Ávila)


-¿Quién vivía ahí? ¿Por qué ha puesto ese corazón?
-Era la habitación de aquella chica que le gustaba en el colegio. Aquella de las coletas y el vestido naranja, la que no le hacía caso. Pero a la que un día logró sacarla un beso. La tarde esa que la acompañó a casa y la besó bajo la lluvia.

martes, 1 de junio de 2010

Hacía tanto...

Quiero

Hacía tanto que no cogía las tijeras para hacer un collage, que ya ni me acuerdo... El caso es que he vuelto a sentir ese instantáneo momento de creatividad desbordada en lo que todo de repente se vuelve posible, y no se quiere que cese. Qué cosa más simple y a la vez enrevesada esto del collage, que vivió su momento de plenitud de la mano del cubismo, y que aún hoy sigue teniendo sus forofos y admiradores detrás de la cristalina novatez.

martes, 25 de mayo de 2010

Gustav Klimt


Pasa que sin darme cuenta quiero en mi vida cosas que antes no me planteaba. Pasa que quiero en mi vida sucesos que me duren siempre. Pasa que te quiero y que quiero que eso dure siempre. Porque pasa que te encontre y no sabía que hoy todavía me gustarás más que ayer, pero menos que mañana.
Pasa que quiero vivir todo contigo y que no haya nada sin ti.

martes, 11 de mayo de 2010

Los mares de la luna II

En algunas tradiciones se dice que Dios tenía dos soles y que guardaba uno de ellos de reserva; hasta que un día, no sabiendo que hacer con el que envejecía inútilmente en un rincón, lo lanzó al cielo y lo convirtió en la Luna.





Muchas civilizaciones han considerado la Luna como la dueña del tiempo, del devenir y del destino. La Luna mientras iba creciendo y decreciendo, desapareciendo y reapareciendo
tres días después delgada y frágil, iba desgranando los meses. Ofrecía un tiempo concreto y vivo, un tiempo que transcurre y habla a los sentidos, un tiempo que podía sentirse intuitivamente y que va consumiendo hasta la muerte, incluso a ella misma. Eso sí, mientras perpetuamente la Luna “muere” y “nace” de nuevo, no sucede lo mismo con el hombre: una vez muerto, ya nunca vuelve. Pero también muchísimas historias y leyendas nos presentan a la Luna dominadora de las aguas y señora de la vegetación. Desde muy temprano los hombres advirtieron que el mar sube y baja y relacionaron estos latidos de las aguas terrestres con el ritmo lunar. Para algunas culturas antiguas, las plantas crecen por el calor lunar y las hierbas lo hacen en dirección a la Luna. Todavía hoy, algunos campesinos suelen sembrar durante la Luna nueva pensando que así aseguran a la semilla un crecimiento en sintonía con el de la Luna; por el contrario, prefieren recoger legumbres durante la Luna menguante, temiendo contrariar el ritmo cósmico caso de interrumpir la vida de un organismo cuando la Luna “crece”.



Algunas religiones centroafricanas son un claro exponente de todas estas consideraciones. Los pigmeos, por ejemplo, tienen a la Luna como la “madre de la vegetación y de las cosas vivas”. La fiesta de la Luna nueva (que está reservada exclusivamente a las mujeres), tiene lugar justo antes de la época de lluvias, y para glorificarla, las mujeres se untan con jugos vegetales y con arcilla, tornándose blancas como la luz lunar. Luego, beben un alcohol de plátanos fermentados
y bailan hasta la extenuación invocando y suplicando a la Luna que aleje los espíritus de los muertos y que proporcione a la tribu niños, caza, pescado y frutos en abundancia.




Desde la Antigüedad, la Luna ha ejercido una importante influencia
en la imaginación de los seres humanos. Y también ha sido, y continua
siendo, una inagotable musa inspiradora para poetas y cantantes. [...]

Sí, la Luna, esa eterna compañera de viaje de la Tierra, que es [...] el cuerpo celeste más brillante y el que ha ejercido mayor fascinación en el hombre.



SACADO DE: El sistema solar: La luna, eterna compañera

Los mares de la luna I

Cuando los astrónomos de la antigüedad observaban la luna y veían sus grandes manchas grises, pensaban que eran mares y oceános. Estos mares tenían nombres propios, que los observadores de las estrellas les pusieron: Mar del Néctar, de la Fecundidad, Mar de las Lluvias, de la Serenidad,...

Las siguientes imágenes corresponden a un trabajo de hace mucho tiempo, pensando en los mares de la luna...