jueves, 30 de julio de 2009

La resignación es un suicidio permanente

Texto que leí esta tarde:

http://www.kaosenlared.net/noticia/resignacion-suicidio-permanente

Hoy paseaba trankilamente, kuando ví en el suelo una piezza de puzzle.
Era medio azul medio blanka, estaba rota y pisoteada.
Supongo ke nadie se había perkatado de su existencia.
Al fín y al kabo ahora era sólo eso, una simple piezza de puzzle, rota , sucia e inútil.
Me puse a pensar ke parte del puzzle representaría.
Sería parte de un mar grandioso?
O sería parte de una nube en un cielo hermoso?
Kizás ese cielo o ese mar formase parte de una obra de arte o de un edificio famoso.
Hay muchos puzzles sobre esos temas.
Y kuántas piezas tendría el puzzle, 1000? 2000? 3000? Más?

Nunka me han gustao los puzzles.

Kizás alguien, en alguna parte de esta ciudad había dedikado horas, días... inkluso meses hasta kompletar el puzzle (el kuadro, el edificio, el mar o las nubes).
Y esta pieza, la ke ahora era una simple pieza de puzzle, rota , sucia e inútil, en su momento enkajó perfektamemte en su lugar.
Y todas juntas, kada una de ellas en el lugar korrekto, había logrado el milagro.
Muchas piezas inútiles ke al enkajar perfektamente habían formado un konjunto para satisfación del koleccionista.

- Y ahora... Mírate! le dije a la pieza.
Ke eres?... nada.
Sin ellas, sin todas las piezas ke forman el puzzle, no eres nada.
Una simple pieza, rota, pisoteada e inútil.

Y la tiré en la primera papelera ke enkontré.

Unos metros más allá, una sonrisa kruzó mi kara de oreja a oreja.
Me volví.
La rekogí de la papelera.
Y dije en voz baja.

- Una simple pieza ke ha jodido un puzzle entero

1 comentario:

Livia dijo...

me ha encantado, la magia con la palabra algunos la hacen posible, pues es la manifestación del sentimiento y su transformación dentro del receptor, en el núcleo de su esencia. es la palabra la que en este momento siento que me une contigo y con él y a ti con él, y a mí.

todos somos piezas en la construcción de puzles, en diferentes espacios, en diferentes tiempos, y ahora yo, te ofrezco mi mano... aquí, cógela!